martes, 28 de septiembre de 2010

El verdadero motivo

Hay como un mito instalado, como una especie de verdad absoluta que todos tenemos asumida y que es inevitable. Es común que se encuentren los amigos y de golpe alguno diga: "che, que chopera que pelaste" o "mirá como la zapan que tiene este", a lo que la respuesta que llega a continuación es la siguiente: "y viste desde que me casé estoy engordando". Y todo asienten y le dan la razón. Los abuelos, suegros, padres coinciden en que "cuando yo era joven era flaco y comía como un animal. Depués me casé y chau." Quieren advertirnos a los jóvenes a que lo evitemos pero la realidad es que nadie parece saber cual es el remedio para evitarlo, porque algunos te dicen que comen poco y engordaron igual...
Entonces que es lo que pasa? Para mi todo tiene una explicación lógica y he encontrado varios adeptos a lo que propongo como la causante principal. La cuestión es la siguiente:
Cuando uno se va a convivir o se casa, muchas de las mujeres no saben cocinar o cocinan muy pocas comidas. Por ende lo que hacen lo cocinan con el miedo de que al hombre de la casa no le guste. Y ahí está el problema: el hombre come, no le gusta y la mujer le pregunta "te gusta mi amor??", a lo que el hombre contesta "mmmm me encanta". Pero si come un solo plato la mujer sospecha y entonces pide otro más y otro con tal de no hacer sentir mal a su amada. Una vez que la mujer aprendió a cocinar como los dioses uno está con la panza de camionero y se come tres platos de lo que haga pero con razón ya que esta vez la mujer se volvió experta.
Solución: sean sinceros con sus mujeres y no les mientan con tal de hacerla sentir bien. De lo contrario terminarán gordos.

P.D. aclaro que esto no se aplica a todos los casos, ya que está el tipo que le gusta la comida de entrada y morfa como un animal. En ese caso controlate un poco, fiera.

Abrazo!

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Se puede?

Como hacemos para combatir esta ola de inseguridad que nos golpea día a día? Como hacer para poder vivir más tranquilos, al menos desde el aspecto de la seguridad? He escuchado y sigo escuchando las soluciones más variadas y algunas hasta son locuras de gente que demuestra la rabia y la impotencia a la que son sometidos ante tantas injusticias.
El "hay que matarlos a todos" está bien presente en todas o casi todas las conversaciones correspondientes a la inseguridad. Y yo pregunto: y si lo hacemos? Y si matamos a todos? Qué pasaría después? Yo calculo que si matamos a todos los que contaminan a la sociedad quedarían unos pocos nomás. Y si nos dedicamos a hacer desaparacer a los "negros" y solo a eso, dentro de 30 años tendremos el mismo problema que ahora o más. Luego de todo esto me contestan: "al menos ahora estaríamos tranquilos", en una muestra de egoísmo total. No importa dentro de 30 años lo que pase con los que vienen, con nuestras generaciones futuras sino con estar tranquilo yo ahora.
"Tienen que volver los militares". Esa es otra que escucho con frecuencia y la verdad es que después de todo lo que vivió este país es una verguenza y una aberración que pidan una cosa así. Muchos que repudian la actitud de los militares con respecto a lo que hicieron piden lo mismo para salvar la situación de nuestros tiempos.
La verdad no se cual es la solución. O mejor dicho se algunas posibles pero o a los del poder no les conviene que se apliquen o en definitiva son difíciles de llevar a cabo. Si se enseña una buena educación, si se cambian algunos valores, si se brindan herramientas para crecer y avanzar (y no un simple subsidio que cultive la vagancia), si empezamos a hacer respetar las normas, si castigamos a los que se lo merecen pero con castigos que se cumplan y no que salgan por orden de un juez, que sea posible recuperar a una persona que haya cometido un delito y que no llegue a matar a nadie, que se pueda erradicar la droga de la vida cotidiana ya que es el combustible que acelera los motores de la delincuencia, que haya más igualdad, que los maestros deban preocuparse por enseñar y no que antes de terminar las clases ya estén pensando en el paro de inicio de clases del año siguiente, que los salarios sean más equitativos, que los políticos sean inteligentes y conscientes pero para el pueblo y no para sus bolsillos. Y podría seguir...
Que se yo, quizás pido algo imposible pero soy joven y el mundo que vislumbro para mis futuros hijos me asusta, no es el que quiero para que crezcan. Deberían cambiar muchas cosas y la más importante: deberíamos cambiar nosotros, el argentino. Debemos pensar y ver que nos trajo hasta aquí y no repetirlo más, unirnos todos sin importar partidos políticos ni colores. Si otros han podido, porque no podemos nosotros?
Abrazo!

viernes, 20 de agosto de 2010

El antes y el ahora

No soy de pensar que todo pasado fue mejor pero si de tomar lo bueno y lo malo para poder mejorar de cara al futuro. Y hoy veo que hay muchas cosas que se han dejado de hacer para peor, cosas que antes eran una especie de pilar fundamental y hoy está como olvidado.
Para mi la principal pérdida y, quizás, la más importante es la del respeto. Hemos perdido el respeto por nuestros valores, por el prójimo, por la autoridad. Y creo que el respeto es la base de una sociedad que quiera convivir en paz y armonía. Uno ve que se le falta el respeto a los maestros y muchos de estos le faltan el respeto a la vocación. Cuando yo era chico mi maestra era como mi segunda mamá, la respetaba muchísimo. Cuando decía que había que hacer silencio nos callábamos todos y si te retaba era lo peor!! La tarea era algo fundamental porque sino al otro día se armaba. Y se veía en ellas un amor por la profesión, una pasión en la manera de enseñar. Y ojito con que se enteraran de que algún padre mandaba al hijo a particular, se enloquecían y se enojaban, estaba casi prohibido porque era su responsabilidad que el alumno supiera y eran ellas la que lo iban a sacar adelante. Y hoy te mandan al particular, a la psicóloga, a la psicopedagoga, al fonoaudiólogo y muchos profesionales que terminen en ogo y oga. Por qué? Adonde quedó el espíritu de los maestros de antaño? Aclaro que no hablo de todos pero son muchos asi.
Y los padres? Por ahí escuché que los padres de hoy no están mucho tiempo con sus hijos y que lo poco que están no se van a enojar ni retarlos por miedo a que el chico desarrolle algo en contra de ellos. O sea que hay que dejar que hagan lo que quieran? No estoy hablando del cinto o de pegar como era hace muuuuchoo tiempo sino de imponer límites, de enseñar respeto, de educar en la casa. Tiene que ver la situación actual de que ambos padres deben trabajar y es entendible pero deben aprender a respetar, de lo contrario se forman personas muy caprichosas, que en el futuro tendrán problemas cuando aparezca la palabra no. Porque la vida está llena de este monosílabo y el daño que le hacen los padres a sus hijos al no usarlo es enorme.
No estoy diciendo que hay que tratar mal, ni negar todo, ni ser un sargento. Simplemente se trata de transmitir valores que son fundamentales en la vida, tanto para uno mismo como para la relación que se pueda tener con los demás. Hoy no nos respetamos, a nadie le importa nada del otro, solo salvarse uno mismo y con eso alcanza. Importa ser más linda/o que el otro, tener el celular más caro que el otro/a y estar compitiendo constantemente para ser superior en cosas banales. Hoy todos quieren ser famoso porque es lo que la tele vende, pocos saben que se conmemora el 20 de Junio y los que no dirán que se creó la Bandera, pero si uno pregunta que pasó en lo de Tinelli salen todos a hablar con locura de como se faltan el respeto ante millones de personas. Algo falla y evidentemente algo falló. El tema pasa por empezar desde nuestro lugar y desde nuestro hogar a enseñar lo importante y lo que el día de mañana nos puede hacer mejores de lo que somos y de lo que fuimos.
Abrazo!

jueves, 29 de julio de 2010

Volver a vivir

Una vez más me acosté. Todo iba bien hasta que apoyé la cabeza en la almohada. Ahí empezó un bombardeo de pensamientos que llegaban a mi mente en medio del silencio y la oscuridad de mi habitación. Al lado mío no hay nadie a quien mirar, nadie con quien poder detener el aluvión que invade mi cerebro de cosas lindas pero sobre todo cosas que dan miedo y llenan de dudas. Traté de serenarme para poder combatirlas, para poder pensar individualmente cada una hasta que el sueño se apodere de mi. Y empecé...
Me llené de miedo al pensar en no despertar al día siguiente. Y si no despierto? Será mejor la muerte que la vida? Desde que nacemos que empezamos a morir, pensé. Porque vivir? Cual es el sentido de vivir? El conformismo o la superación permanente? Yo había logrado el tener un trabajo muy bueno, una casa propia, un auto. Por qué querer más? Y si dejo lo material de lado, una familia me faltaba. Pero encontrar una persona hoy en día es difícil y más que trate de entender y de convivir con un ser tan complicado como yo. Aguantaría yo el revolotear de los chicos? O me rendiría ante sus sonrisas? Estaba dispuesto a alterar mi rutina y mi tranquilidad? Quizás sea demasiado frío, quizás no hay otra persona en el mundo esperando que nos encontremos. Pero también he llegado a un punto en mi vida en el que la soledad empieza sentirse, empieza a calar hondo en mi piel y se hace una compañía molesta.
Un pensamiento me lleva a otro, es como una cadena que no termina nunca. O soy yo que me hago mucho problema o en realidad tengo muchos problemas. Por qué me cuesta tanto disfrutar de la vida? Por qué no puedo? O será que la disfruto a mi manera? Cuantas preguntas!!! Legaré a responderlas o no hay respuestas posibles quizás. Y así se me fue el tiempo y desperté con el sol en mi cara, medio aturdido. Y como un flash me di cuenta que no empezamos a morir desde que nacemos, sino que depende de cada uno cuando empezar a morir. Y creo que empecé a morir desde el momento en que dejé de disfrutar de mi vida. No se porque ni como pasó pero a partir de ahora dejaré de cuestionar y pensar tanto para sentir más. Decidí cambiar. Decidí volver a vivir...

martes, 20 de julio de 2010

Despertar

Luego de haber despertado de mi sueño, de haberme entristecido y pasada la bronca por tener tanta imaginación, me levanto de mi cama como aturdido. Los sentimientos se mezclan, dando como resultado por un lado la ilusión de que el mundo fuera como el sueño, tan inocente, tan falto de maldad y por el otro el saber de que la realidad es otra, que somos parte de un mundo en el que reina la competencia por sobrevivir. Prendo la tele y empiezo a ver que asesinaron a uno, que robaron en tal lado, que el gobierno esto, que la oposición lo otro, se corta con una publicidad y vuelta a lo mismo. De repente aparece como una salvación una noticia de personas que ayudan a gente carenciada, que unen esfuerzos para logar mejorar la vida de los demás. Gente carenciada dije y aclaro que es carenciada de recursos pero no de amor y sentimientos, todo lo contrario. Estas honorables personas se dedicaban a juntar de todo, desde comida hasta juguetes, a veces ponían de su bolsillo lo que debería salir del bolsillo de los que están arriba en el poder, a veces costaba más a veces menos pero nada los derribaba en su afán solidario.
Se terminó la noticia y me quedé por un largo rato pensando. Y dije "la pucha, falta más de esta gente en el mundo". Pero en realidad gente en el mundo hay y mucha como esta. La diferencia es que esta gente despertó y vio toddo más claro, vio que en realidad los que tenemos las herramientas de cambiar las cosas somos nosotros y que solo tenemos que aprender a usarlas, que los milagros no exiten sino que somos nosotros mismos los que podemos hacer que las cosas funcionen y sean distintas, que depende de la gente el tener un mundo mejor, entendiendo que mejor no es perfecto. El tema es darse cuenta. El tema es despertar... Abrazo!

domingo, 18 de julio de 2010

Imaginación

Salgo a la calle y veo un sin fin de cosas hermosas. Veo que la gente camina sin ningún temor, que se maneja con total seguridad. Recorro las calles y veo que en el lugar adonde estaba el viejo vagabundo hoy hay un espacio vacío con un pasto bien verde. Llego a la esquina adonde estaba el basural y hay una hermosa plaza llena de chicos que juegan y rien sin parar. Busco al grupo de adolescentes que se rendía ante el poder del estupefaciente, ese grupo mal mirado y marginado y no lo encuentro, es como si nunca hubiera existido. Doblo en la esquina y ya no veo al patrullero de la policía vigilando, aunque sepamos que vigilaba nada más porque de accionar bien gracias. Me parece todo muy extraño, como que estoy en otro lugar porque nada de lo que compone ese mundo en el que me desenvuelvo cotidianamente está. Miro raro, como totalmente consternado y la gente, lejos de devolverme la mirada, sigue con sus cosas felices y hasta algunos me invitan a formar parte de su felicidad. Llego al café de la avenida y al entrar me doy cuenta que las mesas están llenas de gente de distintas edades que no para de reir. Me siento y no puedo evitar escuchar de que hablan. Cuentan de su vida, de su tan esperada jubilación, como comparten ese tiempo con la persona que eligieron y se dedican a pasarla bien, como disfrutan de ese premio ganado luego de una vida de trabajo. Los más jóvenes hablan de fútbol, de sus vidas de casados, de sus vidas de solteros, de sus planes. Y yo sigo mirando sin entender adonde estoy, como que no creo lo que veo, como que soy el único que está consciente de que esa no es la realidad o al menos no es mi realidad. Pago lo que tomo y me voy, al salir me doy cuenta que pasé un largo rato adentro del bar porque ya es de noche. Al volver me encuentro con las mismas postales que vi al pasar a la ida. Y me asombro más y más! Los chicos siguen jugando en la plaza, sin miedo a nada. La gente sigue su fiesta, su vida de fiesta. Y yo entro a mi casa, me acuesto poniendome a pensar todo lo que vi. Hasta que me despierto, me asomo por la ventana y nada de eso forma parte de la realidad. Me entristece y me da bronca tener tanta imaginación...

jueves, 15 de julio de 2010

Avance

El matrimonio de personas del mismo sexo en nuestro país ya es un hecho, una relidad. Ayer se dio un paso histórico que significó un avance como sociedad y un golpe duro a una de las instituciones más corruptas e hipócritas como la iglesia. Sinceramente me pone muy feliz todo esto porque avanzamos en pos de una aceptación, de decirle que no a la discriminación y los prejuicios. He escuchado cosas muy positivas y hermosas en estos días pero también aberraciones, cosas de no creer y la verdad yo respeto a todas las opiniones pero me cuesta mucho entenderlas cuando se basan en argumentos que encuentran en la discriminación su punto de partida. No puedo entender como haya gente que dice lo que dijo "la señora de los almuerzos" (prefiero ni nombrarla) que si dos personas del mismo sexo adoptan a un chico corre riesgo de ser abusado sexualmente; o los que dicen que Dios hizo al hombre y la mujer y que solo ellos pueden honrarlo a través del matrimonio; que el daño que pueden hacerle a un menor por adoptarlo; que la imagen de dos personas del mismo sexo caminando de la mano es horrenda y antinatural, etc. NO puedo entender estas cosas y no creo que las entienda, hablan de Dios y justamente dice la Biblia que ante los ojos del Señor somos todos iguales, Dios es amor y lo es para todos sin distinción de raza ni sexo y son muchos los que le han faltado el respeto a el y a la institución que es el matrimonio, son muchos los que le han hecho daño a chicos por divorcios, intereses, engaños. Perdón si ofendo pero siento que son hipócritas los que piensan eso. Estamos en un mundo bastante violento, inseguro, marcado por grandes diferencias acentúadas por un proceso mentiroso que tendía a unirnos como la globalización y ya en el siglo XXI es hora de que dejemos de discriminarnos, que nos miremos a los ojos y entendamos que más allá de creencias, ideologías, orientaciones sexuales somos personas y que nada cambia eso, que sentimos, que sufrimos, que nos alegramos de la misma manera. Respetémonos y empecemos a querernos un poco más. Ya dimos un pasito, sigamos caminando y juntos. Abrazo!

jueves, 8 de julio de 2010

Hay futuro

A veces me pongo a pensar en mi futuro, en el de mi novia, en que queremos para el día de mañana, a que aspiramos. Decimos una familia, una casa y sobre todo un país mejor, un mundo mejor. El tema, y para nada sencillo, es ¿como?. ¿Cómo logramos eso en una Nación en la que priman los intereses personales por encima de los de un pueblo? Cómo lograr cambiar el rumbo si los que nos gobiernan piensan en su bolsillo y en perpetuarse en el poder para tener, justamente, más y más poder? Y no me digan que con el voto y eligiendo mejor podemos tener un destino más promisorio porque a la hora de enfrentar la mesa adonde se encuentran las boletas con cada candidato están siempre los mismos. O hay algún candidato que puede hacer las cosas bien pero uno sabe que no lo van a dejar gobernar, que le van a poner millones de palos en la rueda y probablemente terminemos peor que como comenzamos. Un ejemplo (más allá de valoraciones personales y afiliaciones políticas) es la Unión Cívica Radical. Dejando de lado cuestiones más profundas no los han dejado gobernar en ningún pasaje de la historia. Pero bueno el tema y la cuestión sigue siendo la misma: Cómo mejoramos? Cómo cambiamos un destino que parece inexorable? Días pasados alguien me dijo, con motivo de las elecciones del año que viene, es lo mismo gane quien gane total siempre se estuvo igual, a veces mejor, a veces peor pero nunca se estuvo terriblemente bien. Esto me lo dijo un laburante, una persona que debe estar en su trabajo 12 hs. para poder mantener a su familia compuesta por el, su mujer y su hija, que no se da grandes lujos y que asi y todo le alcanza con lo justo para vivir. Y ahí está una de las cuesitones fundamentales para mi, nos hemos acostumbrado, nos hemos vuelto conformistas, hemos llegado al punto en el que esperamos el aumento que sabemos que se va a dar en el año y con eso estamos. Nos quejamos obviamente, rezongamos porque las cosas aumentan y no alcanza, porque decimos que se roban todo, que no puede ser, las señoras llaman a la radio para quejarse como si los periodistas pudieran hacer algo en contra de la inflación. Cierto es que no todos están así pero la gran mayoría, pensamos que nuestra obligación como ciudadanos culmina con poner la boleta en la urna y chau, que trabajen ellos. Y nos quejamos cuando nos enteramos que diputados y senadores no sesionan, que los concejales se presentaron a deliberar por 45 minutos en una semana pero no pasa de ahí, no pasa de la queja y encima en lugares erróneos, como medios de comunicación, como bares cuando tomamos un café, como asados entre amigos. Gritamos, peleamos (cosa que está bien) pero nos quedamos con eso en vez de ir al concejo, en vez de ir a la casa de los que gobiernan, en vez de ir al congreso a pedir explicaciones, a pedir que se pongan a trabajar, que no se opongan por oponer, que presenten proyectos que beneficien a la gente y no sus intereses (que por lo gral. van en otra dirección que los de la gente).
Hay mucho por cambiar, hay mucho por hacer, hay un futuro enorme en un país sin límites y con recursos. Y para comenzar de una vez por todas tenemos que darnos cuenta que el combustible para lograrlo está en nuestras manos, que las herramientas las tenemos al alcance y sabemos como usarlas. Abrazo!

miércoles, 2 de junio de 2010

El sentido de la vida

Hay un programa de radio en mi ciudad que es muy conocido y que todos los viernes su conductor hace una simple pregunta pero cuya respuesta es compleja por demás: ¿Cuál es el sentido de la vida?
Para muchos la contestación será obvia, para otros no tanto, y es asombroso escuchar los disntintos matices que tiene para cada persona. Algunos dicen que es ser feliz, otros que es dar amor, otros que es vivir tranquilos sin molestar a nadie, otros que dicen que hay que dejar un ejemplo a seguir para las generaciones futuras, ser muy buena persona, ayudar al prójimo y al más necesitado y muchas cosas más. Podría ser también una suma de todos estos conceptos, podría ser ninguno de ellos. A alguien se le ocurrió plantear que no entendía el porque de tanto esfuerzo en la vida, de porque tanta necesidad de superación permanente, de rechazo al conformismo si en definitiva venimos al mundo para irnos. Yo la verdad pienso que hacemos todo eso porque se nos regaló la vida, se nos otorgó el privilegio de vivir, con miles de obstáculos para algunos, con caminos llanos para otros, con riquezas para unos y miserias para otros pero eso ya forma parte de lo injusto y ruin de un sistema perverso. El sentido de la vida para mi es lo que cada uno considere esencial para vivir, es algo puramente personal ya que algunos pueden considerar fundamental el dinero, otros el amor, otros ambos, otros pueden considerar esencial ayudar y otros pueden quedarse conformes con lo que se les dio. Yo siento que el sentido de la vida es honrarla viviendo de la mejor manera posible, de acuerdo a los principios y valores que nos transmitieron y aprendimos, tratando de ser buenas personas y no dañar a nadie. Pero como es algo personal yo pregunto: para ustedes, ¿cuál es el sentido de la vida? Abrazo!

miércoles, 19 de mayo de 2010