lunes, 25 de enero de 2010

La Felicidad...

Qué es la felicidad? Por qué pasamos gran parte de nuestra vida buscándola? Por qué decimos que hay miles de maneras de ser felices pero en realidad sabemos que no son tantas?
En la vida escuchamos varias veces que "ese es feliz" o que "ese parece ser tan feliz pero no lo es", y vamos buscando nuestra felicidad y dejando en el camino miles de obstáculos por conseguirla. Pareciera que para llegar a conseguir algo tan hermoso, debemos sufrir primero, debemos pasar muchos momentos y cosas difíciles antes como si el triunfo y el premio sea la felicidad. Pero por qué? Si es algo tan lindo, porque cuesta tanto conseguirlo? O por qué al menos parece eso? Yo me pongo a pensar que somos asi porque pensamos demasiado en cosas que son insignificantes y a las que le damos un valor exacerbado. Pensamos más en cosas materiales sin darle tanto valor al afecto humano, a la relación humana y al contacto con los demás. Estamos inmersos en una sociedad en la que no paramos un segundo a valorar los momentos y las cosas que verdaderamente importan. Y lo peor llega después, cuando pasa el tiempo y nos damos cuenta que no disfrutamos, cuando sentimos que daríamos lo que sea por volver el tiempo atrás para disfrutar como debemos esas cosas. Un abrazo, una mirada, un gesto, una palabra son cosas que están al alcance de todos nosotros y que hacen a la felicidad y que muchas veces dejamos pasar o no hacemos porque es como si fuera algo más. No hace falta tener un millón de dólares ni tener una mansión con pileta, ni el mejor auto ni un hombre con los badominales marcados ni la mujer con los pechos operados, para ser feliz. En contra de lo que mucho piensan la felicidad está en el amor que uno tenga con los seres queridos, la felicidad está en estar enamorado o enamorada y mirarse a los ojos y sentir que está todo bien, está en no mentirse, en compartir, está en todas las cosas que están a mano y que por vivir a mil y por tener las prioridades e ideas cambiadas no las valoramos.
Por eso siento que debemos tomarnos un tiempo para replantear y definir que es lo que verdaderamente nos hace feliz y apuntar a eso, a realizarlo, a compartirlo y asi nos vamos a dar cuenta que la felicidad verdadera es nuestra y que solo había que abrir los ojos y verla. Abrazo!

9 comentarios:

  1. Llevo varios años escribiendo un libro sobre la Felicidad y quisiera compartir algunas de ideas. Para comenzar, el concepto de Felicidad que manejamos está muy desprestigiado, ha sido degradada por debajo de las tenencias materiales; confundimos lo material con aquello que nos traerá felicidad, cuando lo material sólo logra sacar de nosotros “alegrías temporales”, porque tienen fecha de caducidad. Ciertamente podemos considerar la Felicidad como algo que posee una escala de valores, y de esta cualidad, sabremos que si pretendemos descubrir Felicidades que aún no experimentamos, no podemos buscarla atribuyéndole cualidades que experimentamos en el pasado, pues estaríamos persiguiendo simplemente sentimientos logrados cuando quizá alcanzamos alguna meta que nos propusimos: La verdadera Felicidad, considerándola en niveles elevados es algo totalmente desconocido para la mayoría de la humanidad, porque no la alcanzamos, y se trata más de llegar a ese estado místico libre de sufrimientos y deseos que de perseguir esas cualidades que solemos atribuirle en forma de placer físico o de alegrías emocionales, que son todas temporales. Se trata más de expandir la conciencia que de vivir inconscientes de las realidades ocultas bajo nuestra existencia terrenal, y para llegar a esto, primero tenemos que descondicionar nuestras mentes de los conceptos programados en ellas desde que nacimos; liberarnos de los prejuicios para poder reflexionar objetivamente.
    Saludos de Isaac Fdez.

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  2. Muy bueno Isaac. Me encantaría saber si tenes un blog o página dedicada a esto para seguir. Creo que es difícil descondicionar a nuestra mente pero no imposible. Si bien desde que nacemos estamos condicionados por pensamientos de nuestros padres, escuela, amigos, TV (lamentablemente en muchos casos), con mucho esfuerzo se puede quitar todo eso para abrir paso al pensamiento libre y propio. Y de ahí en adelante definir que es cada cosa para uno mismo. Abrazo!

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  3. No creo en la idea de la felicidad. Sí en los momentos de alegría. Y hay también de angustia porque es parte de nuestra estructura humana, desde el momento que nacemos, lloramos.
    Saludos.

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  4. Creo que la verdadera felicidad es la que se ejerce. Las ideas sobre la felicidad son para ensayos y para discutirlas en terapia. Hay que disfrutar de los momentos felices, que sí existen y son reales, no dejarlos pasar y tratar de que sean cada vez más frecuentes. Eso es la felicidad: muchos momentos felices.
    Para todo lo demás existe Mastercard.
    Un abrazo Matías.

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  5. Muy bueno mujer!!!! Coincido con lo que decís. Me parece que por ir demasiado rápido en la vida nos olvidamos de disfrutar de las cosas que valen la pena. Es como el fútbol: nos preocupamos tanto por la velocidad y el resultado que nos olvidamos de jugarlo y disfrutarlo. Abrazo!

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  6. Así es Matías, como tú, soy de las que cree que la humanidad debe detenerse, mirarse, mirar lo que ha hecho y lo que ha dejado de hacer. Pero como ni tú ni yo podemos hacer ese enorme trabajo, no nos queda más (¡y no es poco, y es difícil!) que ejercitar esa actitud que querríamos en el género humano, en nosotros mismos... y como dice la física cuántica... que tu pequeño movimiento por imperceptible que sea en el vasto planeta y en la muchedumbre... genera movimientos insospechados en sitios y en personas que pueden ser muy beneficiosos y sanadores. Para mí, la felicidad (que no es un estado permanente si no un eterno proceso) está en mejorar constantemente mi Ser... desde allí espero poder amar mejor y dar felicidad a los demás.
    Gracias por visitar La Cala y regalarme tus palabras!

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  7. Saludos Matías y compañeros de camino.
    Respecto a tu pregunta, no tengo blog o página, por ahora sólo entro en Internet una vez por semana o más allá.
    En cuanto al tema de la Felicidad, hablar sobre ella requiere establecer a qué niveles vamos a tratarla, pues como podemos ver por los demás comentarios, cada cual la cataloga a su manera según tanto su interés o desinterés personal al respecto, o por su nivel de comprensión hacia su concepto. Porque el concepto de felicidad, además de estar desprestigiado por la tendencia actual al materialismo, está sujeto a muchos aspectos, como el comparativo: “Si paso hambre mi felicidad estará en poder comer como mi vecino que lo veo comer todos los días en buenos restaurantes”. “Si veo mi carro viejo y feo, mi felicidad estará en comprarme uno nuevo porque lo comparé con el que tiene mi compañero de trabajo, mejor que el mío”. “Si mi mujer se pone vieja y fea, mi felicidad puede estar en cambiarla por una jovencita”, etc.
    Pero cuando el ser humano, habiendo adquirido un suficiente confort material, adquiere el conocimiento de que seguir logrando cosas materiales no lo sacará de padecer sufrimientos, ni de la llegada tarde o temprano de la monotonía sobre tales cosas con felcha de caducidad, entonces puede plantearse indagar la Felicidad con mayúsculas como yo la llamo, la que conlleva tanto el bienestar físico y material hacia el cual solemos ser programados desde pequeños, como el encontrar un equilibrio interno, que viene siendo ignorado totalmente por la educación mundial actual: Enfocada en hacernos efectivos para conseguir lo material pero prácticamente inútiles para encontrarnos con quienes somos realmente. Y respecto a esto, pues habrá numerosas discrepancias, pues quien tiene su mastercard para complacerse constantemente mediante la adquisición de cosas o situaciones exteriores, “podrá evitar sufrir” relativamente y poco interés tendrá mientras se entretiene en cambiar su modo de vida, por lo menos hasta que se aburra de todos los entretenimientos que puede comprar y se tope con necesidades que no podrá satisfacer con dinero. De ahí que Jesús nos advirtiese: “En verdad os digo, que es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que un rico en el reino de los cielos”. Porque aquellos que se refirió como ricos, son los que se conformaron con las “felicidades” materiales, y por ello, muy bajas o insignificantes, comparadas con aquellas que el ser humano es capaz de conseguir.

    Un abrazo de Isaac Fdez. de la Villa.

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  8. La verdad Isaac que es un tema hermoso para seguir hablando y seguir conociendo, porque es verdad lo que decís sobre la felicidad material. Sería muy lindo poder seguir en contacto contigo y que sigamos charlando sobre este tema. Abrazo!

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