martes, 23 de noviembre de 2010

El tiempo

Existe el tiempo? Lo inventamos nosotros? Si yo pongo el reloj para que diga que son las 23 en vez de las 21 lo altero o me altero yo? Hoy parece que nuestra vida está regida por la falta de tiempo, por las urgencias diarias que merecen ser resueltas con la mayor celeridad posible para no quedar a contramano y fuera de todo. Pareciera que el relojito es el rey de la vida, quien decide cuando podemos y debemos comer, disfrutar y correr sin parar. Vértigo que le dicen, sería la marca de relojes perfecta para esta época. Pero el tiempo pasa y se va, como un tren que frena en una estación a mitad del recorrido. Se va para nunca más volver. Y entonces si sabemos que no regresa porque no frenamos y disfrutamos más de el? Por qué no vivir a pleno ese instante único e irrepetible, lejos de las presiones del tiempo feróz cruel que viene a acecharnos? Lejos de los límites temporales del trabajo, de la escuela, de los colectivos, de los gobiernos, de todos los tiempos juntos.
Yo escucho todo y a todos, casi siempre me he relacionado con gente más grande y con mucha experiencia que le ha dado el recorrer la vida. Y todos dicen lo mismo: el mundo hoy corre antes de aprender a caminar. Y el problema es que ahora podemos no verlo pero el día de mañana, cuando el paso del tiempo se haga carne en nuestra piel y nos pase la factura, vamos a recordar con alegría muchos momentos pero acompañados de nostalgia, pena y hasta bronca por no vivirlo más y mejor en su momento. Ver a ese chiquito dar sus primeros pasos, decir sus primeras palabras, recibirte de lo que estudies, las fiestas con amigos y amigas, los besos en el noviazgo, los momentos a solas con la pareja, jugar, tomar un café y leer un libro, dormir una siesta, el mate con amigos, el beso de la abuela y el abrazo del abuelo y millones de situaciones más a las que no le damos el significado que merecen por vivir inmersos en una realidad fugaz y propensa al "todo ya".
El tema es parar la pelota y ver lo que pasa alrededor. Con paciencia, con soltura, con tranquilidad para vivir más a pleno cada momento de la vida. Porque los momentos se van y no vuelven. Y salir a buscarlos ya no podremos. Abrazo!