lunes, 19 de abril de 2010

Divorcios

Las separaciones a veces son dolorosas, a veces no tanto y a veces ni provocan un ápice de dolor. A veces son de común acuerdo, a veces de acuerdo individual. Pero lo que siempre tiene el mismo resultado es el sufrimiento de los hijos. Muchas veces, y digo así por no poner un porcentaje, los chicos son usados como trofeos que parecen determinar que el que se queda con ellos es el mejor y a partir de eso empieza una batalla que nunca nadie sabe como va a terminar con excepción de los que son el motivo de disputa, los hijos: mal y sufriendo. Es en muchos casos la causa de formación de personalidades conflictivas, de generación de problemas en las mentes de los niños y adolescentes, que se ven en el medio de una situación que no quieren vivir pero que están obligados por la inutilidad de los padres y la falta de capacidad de diálogo en favor de sus hijos. Es en ese momento cuando los chicos comienzan a ser parte de los problemas que tenían sus padres entre ellos y, sin quererlo, toman posición por uno de los dos. Además son el lleva y traiga de los mayores que parecen chicos y el "decile a tu papa..." o "avisale a tu mamá..." son frecuentes en las conversaciones entre padres e hijos. En muchos casos, esto puede terminar muy mal, con chicos alejados de su mamá o papá por mucho tiempo, no tener relación con primos, abuelos tíos u otros familiares, perderse en etapas de la vida de la compañía de progenitor. Y si llegaran uno de los dos padres a formar una nueva familia puede conllevar a que entre nuevos hermanos no se conozcan, siendo eso algo terrible y no pudiendo recuperar el tiempo perdido jamás.
A veces los grandes son difíciles de entender, por sus comportamientos, sus formas, sus decisiones. Y más todavía cuando el fruto de lo que fue su amor está de por medio. En varias oportunidades, cosas así terminan con padres e hijos queriendo recomponer su relación y tratando de hacer todas las cosas que la desinteligencia les privó de realizar. No soy quien para dar consejos, pero si puedo transmitir lo que la vida me ha hecho experimentar y que me sirvió de enseñanza para saber que el día de mañana si llego a encontrarme en una situación similar voy a ser los suficientemente inteligente para no cometer los errores que otros cometieron. No perder nunca de vista que los hijos son lo más importante y que por el bien de ellos hay que ser capaz de sentarse a hablar civilizadamente y que no deben pagar nunca por las equivocaciones que tuvieron los mayores. Ellos los van a unir de por vida y por su felicidad deben ser capaces llevarse medianamente bien. Abrazo!

3 comentarios:

  1. Creo que siempre hay que explicarles las cosas como son a los chicos. Son pequeños pero entienden. Estoy seguro.
    Y estoy de acuerdo en que siempre hay que buscar llevarse bien con la ex-pareja.
    Abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Ay Matías, una realidad dolorosa... como bien dices la mayor parte de las veces las emociones negativas y destructivas de madre y padre les hacen perder la conciencia del daño que causan a lo que se suponen más aman. No hay separación fácil, pero, sin duda, si los adultos fuesen más adultos y pudiesen anteponer el amor a sus hijos antes que sus propios egos... habría la pena necesaria pero no un sufrimiento que deje heridas imborrables.
    valoro mucho tu compañía en mi blog, un beso!

    ResponderEliminar
  3. Eva la palabra amor que mencionaste hace que todo sea más fácil pero hoy en día no se la usa tanto o no se le da el valor que realmente tiene. Cuando aprendamos a amarnos como corresponde, aprenderemos a vivir mejor con todo y todos. Abrazo y gracias por pasar!

    ResponderEliminar